martes, julio 03, 2007

Madres ayer, abuelas hoy.

Por Alejandro Azaroff.

El llanto al nacer, los quejidos por que tienen hambre, las primeras muecas que denotan una posible sonrisa, sus primeros pasos, su primer diente, su primer balbuceo que luego será una palabra, la desesperación cuando lloran y no se sabe por qué. Todo esto que encierra la llegada de un bebe, ellas no lo pudieron sentir. El primer año de vida, el bautismo, el primer día de escuela, la comunión y todo lo que ellas supieron hacer con sus hijos, no pudieron hacerlo con sus nietos.
Sentir la experiencia de ser abuelas por primera vez. No se lo permitieron, les quitaron esa posibilidad que la naturaleza les brinda a las mujeres para poder sentir la experiencia de la vida, si, de la vida que sus hijos trajeron al mundo y ellas no pudieron disfrutar.
Primero les arrancaron de sus vidas a sus hijos y no supieron si volverían a verlos por mucho tiempo. Comenzaron una interminable pelea hace más de 30 años y hoy día siguen dando batalla, siguen peleando con la misma determinación que al principio. Primero por sus hijos y ahora por sus nietos.
Las abuelas son el reflejo nefasto de una parte de la historia de la Argentina que muchos quieren olvidar, son ese recuerdo constante que año a año nos demuestra que hay muchas razones para seguir adelante, razones que se sienten pero no se conocen, como los 88 nietos que ya encontraron y recuperaron muchas de ellas y los muchos otros que quedan por encontrar. Por eso andan, caminan el país recorren cada sector en donde pueda haber una persona que dude de su identidad, que crea que es parte de esa historia cruel, pero real.
Aquellas madres que comenzaron a pedir por sus hijos en plaza de mayo cuando un gobierno de facto, los secuestró, los torturó y asesinó, hoy siguen en esa lucha interminable por la identidad de sus nietos, esos nietos que hoy tienen entre 30 y 32 años y que muchas de ellas no conocen.
Las abuelas de plaza de mayo, así las llama un país que las vio desde el primer día que salieron a las calles, cuando eran las madres de plaza de mayo y cuando pedían desesperadas por sus hijos que nunca aparecieron y que aun desde esa ausencia infinita les supieron regalar el fruto de continuar con la vida, el fruto que llevaría a las mujeres a pelear hasta nuestros días sin bajar la guardia y sin perder las esperanzas de encontrarse con los hijos de sus hijos.
Esta es la historia que les tocó vivir, ellas no la eligieron pero su tuvieron que representarla y lo hacen con dolor, pero también con la esperanza de encontrar esa semilla que sus hijos supieron plantar. De encontrar a esos nietos que le permitan sentirse completas, que le permitan recordar a sus hijos a través de parecidos físicos o características personales que llevaran para siempre, porque son sus nietos, son sangre de su sangre y eso no hay nadie que se lo pueda robar.

Sembrando memoria

Por Yanina Miranda.

El miércoles 3 de julio a las 19 hs se realizó una charla pública en el Centro Municipal de Cultura con las abuelas Estela Barnes de Carlotto, Buscarita Rola y Alba Lanzillolto.
En ésta charla concurrieron jóvenes, adultos, madres, abuelas, como así también referentes de la Red por la Identidad de diferentes lugares de la patagonia como de la Pampa y de Bahía Blanca.
El evento comenzó con un poema de un escritor local dedicado a las abuelas. Luego se sumo el poema de Ana Lanzilllolto, hermana de Alba, que leyó su escrito con la emotividad que representa la lucha de estas señoras con pañuelos blancos, plasmada en cada palabra del poema.
“Las abuelas andamos por todas partes, para sembrar memoria, para luchar contra los que quieren el olvido”, comenzó con esta frase la charla de la mano de Alba Lanzillolto. “Con el corazón herido desde hace muchos años, pero con muchas esperanzas, porque los nietos encontrados nos van llenando de esperanzas”,explicando que cuando se encuentra a un nieto la abuela recupera parte de ese hijo que la dictadura le expropió: “porque cuando una abuela abraza a su nieto, dice que abraza igual que su padre, recupera a su hijo en el abrazo del nieto”.
Estela de Carlotto explicó al público, cuando comenzó a hablar, que ella ya había visitado Viedma en varias oportunidades, pero en dos tiempos, en los tiempos de su otra vida en donde ella era una directora de escuela con sus cuatro hijos, criados en libertad y autónomos, con muchos proyectos de familia. Y en los tiempos de esa vida que le marcó la dictadura a partir de la expropiación de su familia, “…a mi esposo secuestrado por ser el padre, a mis dos hijas militantes, y luego a Laura, la mayor de mis hijas que es la victima, la secuestraron estando embarazada y su vida fue cercenada después de dos meses de dar a luz”. Ese nieto hace días cumplió 29 años y todavía lo sigue buscando.
Con respecto al robo de bebes que esta nefasta dictadura generó, manifestó: “Se llevaron a nuestros nietos para criarlos como ellos querían, porque decían que nosotras los íbamos a criar como a nuestros hijos, subversivos”. Agregó: “Estos nietos que vamos encontrando, criados la gran mayoría por miembros de las fuerzas armadas de seguridad, con otra formación, otra conducta, cuando buscan su verdad y la conocen descubren esa crianza falsa que les dieron y nace el verdadero hijo que absorbe la historia de sus verdaderos padres con orgullo y empiezan a luchar desde su lado por lo mismo, justicia”. “…pero los militares no pudieron con la sangre, la sangre no es agua es sangre y lo que se hereda no se borra, por más que les cambien el nombre y les mientan, para nosotras ese es el milagro”.
Para ellas esta historia, estos 30 años no tiene fin ,es un compromiso que van a seguir hasta poder encontrar esa justicia que aliviaría sus almas, el alma de pueblo argentino y de todas esas víctimas que dejó la dictadura, porque no solo robo vidas sino también identidades e historias. Agradecieron a la gente que los ayudo como así también a los medios de comunicación en su lucha explicando que sin el apoyo de estos seria mucho más difícil su camino. A pesar de lo que decían y como las catalogaban en aquella época, salieron a reclamar justicia, con el peso de la incomprensión, del dolor, de la soledad y especialmente del miedo. Como dijo Rodolfo Walsh en una de sus obras, héroe no es aquel que no le tiene miedo a nada, héroe es aquel que tiene miedo y a pesar de esto sigue avanzando.

Articulo sobre Discapacidad – Opinión personal

Por Alejandro Azaroff

La normalidad bajo sospecha”, esa fue la consigna del seminario desarrollado por alumnos y profesores de la Universidad Nacional de la Plata y el CIDPA (Centro Integral del Discapacitado Patagones) a través de su titular Rubí Herrero.En el debate se abordaron las problemáticas que tienen que enfrentar día a día los discapacitados para entrar en una sociedad y también como padecen la indiferencia del Estado en el ámbito nacional, provincial y municipal en base a la infraestructura urbana necesaria para que puedan transitar normalmente por las calles y formar parte de la sociedad.La realidad que refleja Argentina es que los altos funcionarios políticos son incapaces, primero, de pensar en educar a una sociedad que discrimina. Segundo, de pensar en el bienestar de una persona con discapacidad – seguramente pensaran que su voto no vale o que son ineptos para votar-. Tercero, que gran parte de la sociedad nacional pecamos de individualismo y no nos interesa el bienestar del otro y mucho menos si esa persona es discapacitado/a.Un gran número de la ciudadanía no sabemos como abordar a una persona con discapacidad y la primera reacción común ante una situación de encuentro es alejarnos o ignorar por completo a la persona. También están los que se acercan por lástima o compasión, sin saber que lo único que necesita es un trato igualitario y el mismo respeto que debe tener cualquier ser humano.Como el principio del artículo lo indica, “la normalidad bajo sospecha”, trata de poner en evidencia el pensamiento generalizado de una sociedad que juzga y discrimina desde el punto de lo normal. Esa normalidad se debe analizar, para determinar quien tiene cierta discapacidad, si el ser humano que no tiene problemas de inclusión y discriminación pero excluye y discrimina al discapacitado o el discapacitado que se aísla manteniéndose cautivo por el echo de sentirse discriminado. Les cuesta incluirse dentro de una sociedad cerrada culturalmente.Tanto los discapacitados como los indigentes, son víctimas de discriminación en un sistema social que no mantiene un mínimo de tolerancia y solidaridad. La vertiginosidad con la que se vive hoy día, no nos permite ver a nuestro lado, siempre miramos para adelante y pensando en uno mismo, no somos capaces de detenernos un segundo a pensar en el otro.Desde la Facultad de Periodismo y Comunicación Social junto a la Extensión de Carmen de Patagones estamos trabajando para tratar de construir o reformar la imagen que hay del discapacitado. Esa imagen que lo refleja como a un ser humano dependiente, necesitado, que genera lástima o que simplemente es ocultado/a en una casa o instituto hasta el fin de sus días.La imagen que pretendemos conseguir del ser humano con discapacidad es que puedan sentirse libres y considerarse orgullosos de ellos mismos por poder llevar su vida dignamente. No es una tarea fácil, ya que vamos a tener que lidiar contra todo un sistema que tiene una ideología cerrada con respecto a este tema, pero desde nuestro humilde lugar trataremos de imponer un cambio que deje secuelas positivas y que empiece a mentalizar a la sociedad que un ser humano con discapacidad tiene los mismos o más derechos que cualquiera. Cierro este articulo con una pregunta ¿QUÉ PASARÍA SI EMPEZÁRAMOS A PONERNOS EN EL LUGAR DEL OTRO?

¡IMPORTANTE!

Por desperfectos ténicos ajenos a nosotros no podiamos actualizar el blog. Ya solucionados los problemas nos vamos a poner en camapaña para poder actualizar lo mejor posible nuestro espacio.
Sepan disculpar las molestias.

Alumnos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata Extensión Patagones.