Sembrando memoria
Por Yanina Miranda.
El miércoles 3 de julio a las 19 hs se realizó una charla pública en el Centro Municipal de Cultura con las abuelas Estela Barnes de Carlotto, Buscarita Rola y Alba Lanzillolto.
En ésta charla concurrieron jóvenes, adultos, madres, abuelas, como así también referentes de la Red por la Identidad de diferentes lugares de la patagonia como de la Pampa y de Bahía Blanca.
El evento comenzó con un poema de un escritor local dedicado a las abuelas. Luego se sumo el poema de Ana Lanzilllolto, hermana de Alba, que leyó su escrito con la emotividad que representa la lucha de estas señoras con pañuelos blancos, plasmada en cada palabra del poema.
“Las abuelas andamos por todas partes, para sembrar memoria, para luchar contra los que quieren el olvido”, comenzó con esta frase la charla de la mano de Alba Lanzillolto. “Con el corazón herido desde hace muchos años, pero con muchas esperanzas, porque los nietos encontrados nos van llenando de esperanzas”,explicando que cuando se encuentra a un nieto la abuela recupera parte de ese hijo que la dictadura le expropió: “porque cuando una abuela abraza a su nieto, dice que abraza igual que su padre, recupera a su hijo en el abrazo del nieto”.
Estela de Carlotto explicó al público, cuando comenzó a hablar, que ella ya había visitado Viedma en varias oportunidades, pero en dos tiempos, en los tiempos de su otra vida en donde ella era una directora de escuela con sus cuatro hijos, criados en libertad y autónomos, con muchos proyectos de familia. Y en los tiempos de esa vida que le marcó la dictadura a partir de la expropiación de su familia, “…a mi esposo secuestrado por ser el padre, a mis dos hijas militantes, y luego a Laura, la mayor de mis hijas que es la victima, la secuestraron estando embarazada y su vida fue cercenada después de dos meses de dar a luz”. Ese nieto hace días cumplió 29 años y todavía lo sigue buscando.
Con respecto al robo de bebes que esta nefasta dictadura generó, manifestó: “Se llevaron a nuestros nietos para criarlos como ellos querían, porque decían que nosotras los íbamos a criar como a nuestros hijos, subversivos”. Agregó: “Estos nietos que vamos encontrando, criados la gran mayoría por miembros de las fuerzas armadas de seguridad, con otra formación, otra conducta, cuando buscan su verdad y la conocen descubren esa crianza falsa que les dieron y nace el verdadero hijo que absorbe la historia de sus verdaderos padres con orgullo y empiezan a luchar desde su lado por lo mismo, justicia”. “…pero los militares no pudieron con la sangre, la sangre no es agua es sangre y lo que se hereda no se borra, por más que les cambien el nombre y les mientan, para nosotras ese es el milagro”.
Para ellas esta historia, estos 30 años no tiene fin ,es un compromiso que van a seguir hasta poder encontrar esa justicia que aliviaría sus almas, el alma de pueblo argentino y de todas esas víctimas que dejó la dictadura, porque no solo robo vidas sino también identidades e historias. Agradecieron a la gente que los ayudo como así también a los medios de comunicación en su lucha explicando que sin el apoyo de estos seria mucho más difícil su camino. A pesar de lo que decían y como las catalogaban en aquella época, salieron a reclamar justicia, con el peso de la incomprensión, del dolor, de la soledad y especialmente del miedo. Como dijo Rodolfo Walsh en una de sus obras, héroe no es aquel que no le tiene miedo a nada, héroe es aquel que tiene miedo y a pesar de esto sigue avanzando.
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