Escribiendo parte de la historia del 7 de Marzo
Por Yanina Miranda y Alejandro Azaroff
El 10 de Diciembre de 1825 Brasil le declara la guerra a Argentina, ya que el Congreso de Florida reintegró el territorio oriental (apropiado en 1817 por el imperio brasileño) a las Provincia Unidas y le exigió a Argentina aceptar esto e intervenir en el asunto.
La armada nacional de la Argentina era muy escasa comparado con lo del imperio, solo contaban con algunos pocos lanchones, mientras que Brasil tenia en su poder 80 naves de guerra y era una potencia marítima.
Para equilibrar esto, Argentina entrega patentes de corso, lo que implicaba agregar naves y hombres a la fuerza naval para que acechen el tráfico brasileño, pero con la obligación de que acaten las leyes de la guerra que someten las embarcaciones tomadas al control del Tribunal de Presas.
La flota brasileña al bloquear el puerto de Buenos Aires, los corsarios tienen que buscar como refugio otro puerto para desembarcar los presidiarios y el botín de guerra, para descansar y para abasteserce de comestibles.
La guerra afectó la economía del imperio y este decidió mandar una escuadra a Carmen de Patagones para destruir la población, ya que querían negarle a los corsarios el lugar que habían tomado como refugio.
El 28 de Febrero de 1827 las fuerzas brasileñas a las ordenes de James Sheperd integradas por la goleta Duquesa Goyaz, el bergantín goleta Escudería, la goleta Constancia y 613 hombres, penetraron en boca del Río Negro.
Mientras tanto en el fuerte se hacían los preparativos para la defensa. Los efectivos a disposición de Lacarra llegaban a la mitad del número de las fuerzas enemigas, entre la tropa regular, los vecinos, los gauchos de Molina y los corsarios en su mayoría extranjeros. Los brasileños desembarcaron en la orilla norte habiéndolo hecho antes en el sur y se dirigieron al pueblo, alejándose de la costa por terrenos arenosos y cubiertos de matorrales, avanzando así hasta el Cerro de la Caballada.
La división enemiga marcho toda la noche por camino extraviado con dirección al pueblo y en la mañana del día 7 de Marzo se dejo ver en el Cerro de la Caballada, a tiro de cañón de la fortaleza, allí fueron incomodados por la artillería de los buques y partida de guerrilla de caballería, esta logró matar al jefe de la expedición.
La división enemiga comenzó a retroceder la posición que ocupaba y fue interceptada y perseguida constantemente por la caballería de Patagones, al mando del ayudante Sebastián Olivera.
La división de tierra, fatigada por la marcha y el mal camino durante la noche, por el excesivo calor del día, aumentado por el fuego del campo que para molestarlos se habían incendiado por diferentes puntos podía ya oponer poca resistencia y en este estado, ya apresados sus buques, rindieron las armas 306 soldados y marineros y 11 oficiales, que luego más tarde se les sumaron otros dos buques quedando prisioneros en ellos 110 soldados y marineros y 19 oficiales.
El 7 de Marzo de 1827 Patagones salió victorioso a pesar de la escasez y la pobreza de medios escribiendo así parte de la historia para llegar a la consolidación de la Nación Argentina, que aún solo es reconocida y festejada a nivel provincial, hecho que debería modificarse para que todos los argentinos festejaran este día con orgullo, rindiendo homenaje a todos aquellos hombres que lucharon contra la invasión.
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