En Patagones de cinco clases semanales se dictan tres

Por Lorena Suarez

Desde el mes de Agosto, las escuelas públicas del partido de Patagones y de la provincia de Buenos Aires, no dictan clases, al menos dos días a la semana. Este hecho se debe a que la Asociación de Trabajadores del Estado utiliza medidas de fuerza para reclamar mejoras laborales.
La conducción de ATE, que tiene a cargo a la delegada Nelly Ñancufil en el partido, decide esta medida de fuerza que es acatada por cerca de 300 porteros que desempeñan funciones en Patagones siendo este un total de casi el cien por cien de los auxiliares docentes.
Los recurrentes paros que este gremio viene realizando desde el 3 de septiembre se deben a la recategorización, un nuevo escalafón, una mejora salarial, más nombramientos porque la demanda supera la cantidad de trabajadores, y una de las cosas que más preocupa al gremio, es la cantidad de expedientes atrasados, principalmente referido a las juntas médicas.
Las juntas médicas son uno de los eternos puntos de discordia entre el gremio y el Gobierno ya que algunas de las juntas tienen más de un año de retraso, con el correspondiente perjuicio para los trabajadores.
Los porteros del partido de Patagones cuentan con el apoyo, al menos de palabra, del Consejo Escolar de Patagones a cargo de Nancy Minor, ya que consideran que es un reclamo que se debe hacer.
En un primer momento, desde ATE se había planteado hacer retenciones de servicio, pero más adelante la decisión fue un paro provincial que, de no generar respuestas desde el gobierno bonaerense, podría hacer que las relaciones se agravasen aún más.
Las paritarias no avanzan, ya que el Gobierno no escucha el reclamo de los trabajadores alegando que no hay dinero.
El mayor problema del sector de los porteros parece ser, la demora que sufre un trabajador para pasar a planta permanente, ya que cobran por contratos y son considerados por ATE como trabajadores en negro.
En octubre pasado, el gremio realizó un paro con movilización. Alrededor de cincuenta porteros afiliados al gremio se movilizaron desde Monseñor Fagnano y 7 de marzo hasta las puertas del consejo escolar, con una marcha previa por la calle Comodoro Rivadavia pasando frente a las puertas del palacio comunal.
Luego de agruparse frente a las puertas del Consejo Escolar, los manifestantes reclamaron la presencia de las consejeras escolares que se encontraban en la intendencia. Una vez arribadas las mismas, las partes dialogaron en la vereda donde intercambiaron opiniones sobre el presente de los auxiliares. Pero estas medidas recurrentes en el transcurso de los pasados tres meses parecen no encontrar respuestas por parte del Gobierno.
La falta de respuestas por parte del Consejo Escolar a las peticiones parece ser un tema económico de la Dirección de Escuelas y aunque aseguran tratar de resolver la problemática local, alegan que el reconocimiento de servicio planteado por los gremialistas cesó porque hubo cambios en la Dirección de Consejeros Escolares y necesitan una firma autorizada para poder dar respuesta.
Lo cierto es que las medidas de fuerza no cesan, los trabajadores no encuentran respuestas a los reclamos y los estudiantes continúan sin clases, formando un circulo vicioso del que parece no poder salir.
El gremio entregó un petitorio para reclamar que no se los mantenga como trabajadores precarizados, sino como provinciales.
La precariedad tiene también que ver con la falta de insumos imprescindibles para estos trabajadores, como botas, ya que si una escuela se inunda tienen que limpiar y permanecer en algunos casos hasta 6 horas todos mojados, porque no cuentan con ropa para trabajar.
Tampoco cuentan con guantes, ni barbijos dentro de las instituciones, provocando un gran peligro para la salud de los auxiliares, que tienen que meter sus manos en los inodoros donde van 400 o 500 chicos por día.
Sin respuesta a ninguna de las partes afectados por estas medidas, el gobierno se niega a negociar las condiciones, por lo menos en lo que resta del año y ATE asegura que, en tanto y en cuanto no haya acuerdo, las medidas se profundizaran.
El reclamo desde ATE hace hincapié, además, de la extrema precariedad laboral, en una recomposición laboral. Desde siempre han reclamado por insumos básicos y han sido tratados como un problema menor, obviando que en la estructura general del sistema educativo, los porteros son una pata fundamental. Por su parte, y como no podía ser de otra manera, los padres que sufren la falta de clases se autoconvocaron para reclamar por la educación de sus hijos.
Las diferentes asambleas se realizaron en la sede de la Escuela Nº14 del barrio Bicentenario, donde los padres piden soluciones por la perdida de clases debido a los paros de porteros.
En la primer reunión convocada por los padres, estuvieron presentes integrantes del Consejo escolar de Patagones, que escucharon el reclamo de los mismos, brindaron sus explicaciones e intercambiaron opiniones.
Estos padres preocupados por la educación de sus hijos que cada año esta en boga por algún conflicto, reclaman la falta de clases. Piden la posibilidad de un reclamo que no perjudique a los alumnos, dejando entrever que el malestar se debe exclusivamente a la perdida de clases que se ven afectadas casi desde mitad de año y la inactividad generada por las jornadas de perfeccionamiento docente, una actividad que debería replantearse fuera del horario de clases.
A la confirmación cada semana de un nuevo paro de porteros se le suma los paros docentes y los perfeccionamientos, y esto tensa cada vez más las relaciones entre los diferentes actores de la educación y el gobierno.
Por un lado el conflicto que ATE mantiene con el gobierno de Solá en la puja por aumentos de salarios hace peligrar la continuidad del ciclo lectivo en los últimos meses; por otro lado el gobierno también mantiene un tire y afloje permanente con los porteros y además de todo esto el escenario termina de enturbiarse con la reaparición de los padres autoconvocados que, ajenos a reclamos salariales o excusas desde el Gobierno, solo exigen clases para sus hijos.