Fiesta y comercio.
Por Yanina Miranda y Alejandro Azaroff
En la Fiesta Provincial del 7 de marzo, no puede faltar, además de los artistas, la feria artesanal que abarca a artesanos, poli rubros y comerciantes de ropa. Los puestos son una parte importante que hace de la fiesta un recorrido interesante.
La comisión organizadora de la fiesta, como su nombre lo indica, organiza el evento, manejando la seguridad, asegurando a los artistas que se presentaran y se encarga de la distribución de los puestos de los feriantes.
A cada puesto se le asigna un valor, teniendo en cuenta los metros y el lugar en que se encuentren dentro de la fiesta. Este valor es manejado por la comisión, hasta que una persona como el señor Jaime Noy, un puestero que vende jeans, compra una gran parte del terreno, abarcando así varios puestos y revendiéndolos al doble o al triple del valor en que él consiguió el espacio. Éste señor se da a conocer como representante de los puesteros y hace cinco años que realiza él polémico negocio, anticipándose en la compra de los puestos y así revenderlos y reservarlos para el año próximo, asegurándose la continuidad de su negocio.
El tema principal es que la reventa que se esta realizando no solo tiene una gran recarga en el precio, sino que también es manejada con autoritarismo, ya que al abarcar grandes terrenos y mejores ubicaciones margina a los puesteros que no le compran a Noy. También el señor Jaime, tiene la capacidad de elegir que puestos vienen, cuantos de cada rubro y el lugar que se les asigna. Un claro ejemplo, es que éste año, redujo la cantidad de puestos de talabartería. El señor Jaime Noy, viene generando un aumento en los puestos año a año, mientras que la comisión mantuvo los precios igual que el año pasado, según manifestó el presidente Fabián Contreras.
En la entrevista realizada a el comerciante Jaime explico que el tiene una concesión con la comisión, alegando que el se ocupa de la organización de los comerciantes y sus puestos. Pero a lo largo de la conversación le adjudico el negocio a su hermano. En la entrevista hubieron contradicciones, señaló que tiene una organización que opera hace años y viaja a todas las fiestas, pero cuando le preguntamos el nombre de la organización, explico que no tiene una organización ni un cargo, sino que tiene una amistad con los puesteros, brindándoles confianza a la hora de hacer su trabajo.
Recorrimos el ochenta por ciento de los puestos del sector de Noy, la gran mayoría estaban desconformes y muchos se negaron a hablar por miedo a perder su privilegiado espacio para el año próximo.
Entonces, lo que el señor Noy llama confianza, se trata de una necesidad que él mismo provoca año a año, adquiriendo la mayoría de los espacios y dejando sin alternativas al puestero.
Al plantearle el tema a la comisión de la fiesta, el presidente y todos sus integrantes dejaron bien en claro que a ellos no les afecta, ya que la reventa no es ilegal, sino que se trata de un negocio que realiza Jaime Noy y es un problema de Noy con los puesteros. Lo que la comisión hace es asegurar la venta de los espacios, meses antes de la fiesta y despreocuparse por el abuso de un puestero, que juega con la necesidad de sus colegas. Expresado de esta manera, pecan de individualismo y conformismo, ya que se podría trabajar para modificar la situación y hacer un reparto más equitativo y justo con los puesteros que son los únicos perjudicados.
La comisión tendría que poner un encargado, de Carmen de Patagones y de la delegación, que se encargue personalmente de realizar el trabajo que esta haciendo Jaime Noy, de esta manera, no habría problemas y los puesteros estarían todos conformes en igualdad de condiciones y la recaudación seria absolutamente de la comisión y no de un puestero que no es de la localidad.
Si todos siguiéramos el ejemplo de ésta comisión, no tendría sentido esta nota, ya que a nosotros no nos afecta directamente que a los puesteros se les este robando. Afortunadamente no pensamos así, por eso intentamos desde nuestro humilde lugar, comunicarle a la gente que la Fiesta Provincial del 7 de marzo, no es festejada por todos y ésta situación podría revertirse.
La comisión organizadora de la fiesta, como su nombre lo indica, organiza el evento, manejando la seguridad, asegurando a los artistas que se presentaran y se encarga de la distribución de los puestos de los feriantes.
A cada puesto se le asigna un valor, teniendo en cuenta los metros y el lugar en que se encuentren dentro de la fiesta. Este valor es manejado por la comisión, hasta que una persona como el señor Jaime Noy, un puestero que vende jeans, compra una gran parte del terreno, abarcando así varios puestos y revendiéndolos al doble o al triple del valor en que él consiguió el espacio. Éste señor se da a conocer como representante de los puesteros y hace cinco años que realiza él polémico negocio, anticipándose en la compra de los puestos y así revenderlos y reservarlos para el año próximo, asegurándose la continuidad de su negocio.
El tema principal es que la reventa que se esta realizando no solo tiene una gran recarga en el precio, sino que también es manejada con autoritarismo, ya que al abarcar grandes terrenos y mejores ubicaciones margina a los puesteros que no le compran a Noy. También el señor Jaime, tiene la capacidad de elegir que puestos vienen, cuantos de cada rubro y el lugar que se les asigna. Un claro ejemplo, es que éste año, redujo la cantidad de puestos de talabartería. El señor Jaime Noy, viene generando un aumento en los puestos año a año, mientras que la comisión mantuvo los precios igual que el año pasado, según manifestó el presidente Fabián Contreras.
En la entrevista realizada a el comerciante Jaime explico que el tiene una concesión con la comisión, alegando que el se ocupa de la organización de los comerciantes y sus puestos. Pero a lo largo de la conversación le adjudico el negocio a su hermano. En la entrevista hubieron contradicciones, señaló que tiene una organización que opera hace años y viaja a todas las fiestas, pero cuando le preguntamos el nombre de la organización, explico que no tiene una organización ni un cargo, sino que tiene una amistad con los puesteros, brindándoles confianza a la hora de hacer su trabajo.
Recorrimos el ochenta por ciento de los puestos del sector de Noy, la gran mayoría estaban desconformes y muchos se negaron a hablar por miedo a perder su privilegiado espacio para el año próximo.
Entonces, lo que el señor Noy llama confianza, se trata de una necesidad que él mismo provoca año a año, adquiriendo la mayoría de los espacios y dejando sin alternativas al puestero.
Al plantearle el tema a la comisión de la fiesta, el presidente y todos sus integrantes dejaron bien en claro que a ellos no les afecta, ya que la reventa no es ilegal, sino que se trata de un negocio que realiza Jaime Noy y es un problema de Noy con los puesteros. Lo que la comisión hace es asegurar la venta de los espacios, meses antes de la fiesta y despreocuparse por el abuso de un puestero, que juega con la necesidad de sus colegas. Expresado de esta manera, pecan de individualismo y conformismo, ya que se podría trabajar para modificar la situación y hacer un reparto más equitativo y justo con los puesteros que son los únicos perjudicados.
La comisión tendría que poner un encargado, de Carmen de Patagones y de la delegación, que se encargue personalmente de realizar el trabajo que esta haciendo Jaime Noy, de esta manera, no habría problemas y los puesteros estarían todos conformes en igualdad de condiciones y la recaudación seria absolutamente de la comisión y no de un puestero que no es de la localidad.
Si todos siguiéramos el ejemplo de ésta comisión, no tendría sentido esta nota, ya que a nosotros no nos afecta directamente que a los puesteros se les este robando. Afortunadamente no pensamos así, por eso intentamos desde nuestro humilde lugar, comunicarle a la gente que la Fiesta Provincial del 7 de marzo, no es festejada por todos y ésta situación podría revertirse.
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